Exfumadores

Somos buenos eternos exfumadores, sobre todo porque empleamos una gran parte de nuestro tiempo intentando abandonar las malas costumbres sin conseguirlo.
Somos unos estupendos eternos exfumadores porque aún cuando lo hemos intentado y nos damos cuenta de que hemos vuelto a fracasar, nos buscamos la mejor de las excusas para justificar lo que debería ser más simple de admitir, que no lo hemos conseguido.
Sin duda, seguimos siendo eternos exfumadores porque no aprendemos, porque nos gusta no aprender aunque sepamos que nuestra testarudez ni es buena ni está bien vista, quizás por eso intentamos constantemente ser exfumadores y pasar a formar parte de un club un poco más selecto aunque probablemente más aburrido..... probablemente, visto así... seguramente, desde el punto de vista del vaso medio lleno, seamos la elite de los exfumadores, porque el constante intento de conseguirlo lo complica todo y eso nos hace sentir mucho más vivos.
Nos gusta, por supuesto, esa inestabilidad, esa relativa inconstancia, ese miedo constante de no saber qué se va a conseguir ni si se va conseguir...y cómo sabemos que nos gusta, que nos da la vida, que lo que se puede considerar una absoluta falta de responsabilidad a la hora de tomar decisiones por no llevarlas hasta el final para nosotros tiene otra lectura, la de aquel que sabe que si lleva las decisiones hasta el limite y alcanza esa cinicamente añorada estabilidad va a alcanzar el más profundo de los hastios que destruiría su esencia, cómo sabemos eso, insistimos en ello, en ser constantes y eternos exfumadores, para que tras intentar dejar de fumar te puedas regalar ese placer infinito que supone encenderte un cigarro (reprobado, reprochable por ser el símbolo de una promesa rota...una de esas que se hacen para darte el placer de romperlas) tras un tiempo lo suficientemente largo cómo para que sepas qué está bien, qué no lo está pero qué te hace más feliz.
Un eterno exfumador no puede evitar decir "pero por qué te haces eso a ti mismo?" a otro eternisimo cuando, supuestamente, va a tomar la mejor decisión.
Neuróticos, al fin y al cabo, aburridos de fumar y de no hacerlo, que buscan la forma más entretenida para convertir lo Normal en algo un poco más llevadero, en algo un poco menos parecido a "simplemente respirar".